Lloré ríos de sangre en campos de lirios
Y me aferré al viento imaginando tu cuerpo
Te amé en silencio, te amé con locura
Convertí cada lágrima tuya en un preciado tesoro
Y las risas en dulces melodías. Cuánto te amé
Cuánto te amo. Cuánto te extraño, niño mío
Hoy, nuevamente de pie rodeado de lirios, lloro
Ardo en deseos de besar tu dulce rostro
Y cubrir tu trémula piel con mis negras alas.
¡Dios arráncame la vida!, ya no quiero sufrir
Ya no quiero estar sin él, sin su piel
Me he cansado de gritar mi locura al tiempo
Me he cansado de llorar, de besar al viento
Ya no quiero hacerle el amor a mis recuerdos
Tendido sobre el basto campo de tu alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario